En el Hospital Padre Hurtado se formalizó la nueva Vicaria Episcopal para la Misericordia, orientada a ayudar a quienes sufren, entre ellos los enfermos, especialmente en tiempos de pandemia. Asumió esta misión el padre Pablo García Huidobro, en una ceremonia encabezada por el Vicario de la zona sur y obispo auxiliar de Santiago, monseñor Julio Larrondo, y la canciller María Francisca San Martín.

Este centro de salud fue escogido para oficializar el nombramiento y profundizar en el sentido de la nueva vicaria, porque acá se atiende una población con grandes necesidades y muy dañada en aspectos de salud, como ha quedado en evidencia en esta pandemia.

Monseñor Larrondo expresó que nos hemos acostumbrado a los números de enfermos con COVID, pero nos olvidamos que detrás de esas cifras hay personas concretas que sufren tanto ellas como sus familias. Frente a esta situación, el deseo del arzobispo Celestino Aós Braco, es que la iglesia apoye a quienes padecen de dolor, en sus diversas formas.

Por ello, el Protocolo N° 86, de 19 de abril de 20201, que crea la Vicaría Episcopal para la Misericordia, describe a quienes sufren, mencionando a los niños más necesitados, los ancianos abandonados, los privados de libertad, los enfermos en los hospitales, sus familias y quienes buscan darles consuelo.

El nuevo vicario hizo ante los presentes su compromiso de fe para asumir esta misión y luego, junto a monseñor Larrondo, visitaron y bendijeron a una paciente que se estaba dializando.

El doctor (s) del Hospital Mauricio Toro, se refirió a lo doloroso que fue en pandemia la partida de muchas personas sin la compañía de sus seres queridos, lo cual ha quedado como un recuerdo que no se puede repetir, y reafirmó el compromiso de esta institución con quienes más sufren.